sábado, 5 de noviembre de 2011


Pez
Disco: “Los Orfebres” 2007
Discográfica: Azione Artigionale

En un contexto internacional más que auspicioso para el rock, en la gateas criollas no sobra las producciones con buen gusto. En su disco once, la banda formada por Ariel Minimal, en guitarra y voz, Franco Salvador en la batería, Fósforo García en bajo y Pepo Limeres en piano y teclados nos entrega una obra de excelente factura, donde se destaca esa búsqueda inexacta, donde el discorformismo por las formas y el sonido son  una constante.
Estos cuatros Orfebres, arrancan con el tema que da nombre a este trabajo. Unos teclados punzantes, nos dan la bienvenida y nos marcan el regreso de guitarras encendidas. Letra corta pero con catarsis de principios. Queda claro que no decido donde voy, ellos me conducen. Sigue con la impronunciable “Spuistraat 249 guitarra distorsionada, historia de viaje y turismo. La frase “tan perdidos aquí, buscando un refugio” y la que da fin al tema “esquivando bicicletas y acostumbrada ya a esto, la gente nos mira y se ríe” denota un lamento de todo aquel que tuvo que partir de su tierra. “Último acto”, la tercera canción, viene con un riff de guitarra confabulado con un teclado que martilla. En el siguiente, “Ni discos de Bob”, la musa afrodita puso letra a unos largos solos de guitarras, si querés dormir con ella, “solo tus ojos y ese cielo que hay y ahí, es así, Dios existe en Vos” y con eso basta.

Junto con “Existencialismo”, son los únicos temas de un disco mas cercano al intimo y casero Hoy. Luego todo es más cercano a Fragilinvencible, sobre todo en las letras, con una marcada convicción, como si tuviera la premisa de plantar bandera. En “¡Salvajes!” con la frase “ha causado más muertes que las pestes y los desastres naturales” revela su critica a la religión en su totalidad. “Hay lo que hay” me remite a una frase cabecera en mi vida, un órgano poseído, una guitarra con todos sus atributos, un Franco Salvador que golpea hasta platillos que no están y Fósforos incendiado por el la combustión de su instrumento. Si algo faltaba, “quiero saber con que derecho mienten” para seguir con un desahogo, “nos dejaron el temor y la vergüenza, impusieron la ignorancia y la masacre, nos legaron la culpa” su letra lo decora.

Luego del sismo, “Rey, verdugo y esclavo” es una hermosa canción donde los miedos, los complejos y la dicotomía de un comportamiento se revelan… “si sigo cantando es por no llorar, reclaman las luces mis ojos y no soy capaz de mirar” El nombre del tema revela los estados por la cual el cuerpo de este artista pasa. En “Acelera sus latidos corriendo a ningún lado como toro asustados” me remite al Pez de “El sol detrás del sol” (2004), temas con nombres largos y una banda muy aceitada, donde largos solos se conjugan con frases como “regurgita el amargo sabor del encierro… domesticado, calibrando el tensor de la espina” aclaran un paisaje de prisión. El próximo tema, “Y cuando más grita menos es escuchado” tiene pinta de clásico Pesiano para la posterioridad. Minimal le pone garganta y dolor a su voz, Pepo Limeres sostiene las notas hasta que te penetran, Franco Salvador y Fósforo hacen el resto, llevando el ritmo cual tormentas pasajera en el mar… donde la furia y la calma se combinan en cantidades parecidas.  Los orfebres es una buena razón para escuchar buena música y como cuenta la leyenda de los cuatro orfebres de la vieja India, estamos deseosos que nos roben el alma.

Un disco para:

1- Para ese día en la fábrica que estas atrasado en la producción, puro combustible para tu apuro (Y cuando mas grita menos es escuchado).
2- Con “Ni discos de Bob” podes musicalizar la segunda cita romántica sin caer en mariconadas.
3- En un fogón, agarras la guitarra y meter un tema increíble y que nada conoce. Hasta podes quedar como el autor!!! (Rey, verdugo y esclavo)